En los últimos años, solo una minoría de las familias empresarias, están asumiendo la realidad de que frente a los diferentes y cambiantes contextos es poco probable que éste tipo de empresas subsistan solo “porque así ha sido siempre”.
Es por eso que las empresas familiares deben asumir un proceso sucesorio anticipado y ordenado que lleve a la construcción de un protocolo familiar y determinar los modelos de órganos de gobierno más adecuados.
En gran cantidad de casos se observa que los hijos o fundadores consideran que por el solo hecho de portar el apellido familiar es razón suficiente para liderar la empresa, sin tener en cuenta las competencias y capacidades profesionales para gestionarla.
Consúltenos podemos ayudarlo en el cambio generacional de su empresa.
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